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En la industria de la construcción, las láminas de policarbonato se han convertido en una opción cada vez más popular para techos, gracias a sus numerosas ventajas y propiedades únicas.
El policarbonato es un material termoplástico que se caracteriza por su alta resistencia al impacto, su ligereza y su excelente transparencia. Estas cualidades hacen que las láminas de policarbonato sean una alternativa atractiva a otros materiales tradicionales como el vidrio o el metal para techos.
Una de las principales ventajas de las láminas de policarbonato es su durabilidad. Este material es resistente a la intemperie, a los rayos UV y a la corrosión, lo que garantiza una larga vida útil del techo sin necesidad de un mantenimiento constante.
Existen tres tipos de policarbonato: celular, acanalado y sólido cada uno cuenta con características diferentes
Las láminas de policarbonato son muy versátiles y se pueden encontrar en una amplia variedad de colores y grosores, lo que permite adaptarlas a diferentes estilos arquitectónicos y necesidades específicas de cada proyecto.
Otra característica destacada de las láminas de policarbonato es su capacidad para ofrecer una excelente iluminación natural al interior de los espacios, gracias a su alta transparencia y a su capacidad para difuminar la luz de manera uniforme. Así como ofrecer numerosas ventajas estéticas como funcionales, últimamente su uso ha tenido un aumento en proyectos de construcción residencial, comercial e industrial, demostrando su valía como una opción confiable y atractiva para cubiertas de todo tipo.
Existen tres tipos de láminas de policarbonato:
- Láminas de Policarbonato Celular: cubierta celular con alta resistencia al impacto, cuenta con celdas hexagonales en su interior.
- Láminas de Policarbonato Acanalado: cubierta acanalada o corrugada fácil y rápida de instalar.
- Láminas de Policarbonato Sólido: es 100 veces más resistente que el vidrio y 20 veces más resistente que el acrílico.