Sabemos que es difícil estar pendiente del estado de nuestras láminas y domos, ya que al estar en la azotea no los vemos con frecuencia pero de vez en cuando es importante darse el tiempo de checar su estado para saber si pronto será tiempo de cambiarlas.
¡Qué esperas para subir a tu azotea y checar el estado de tus láminas!
Algunos de los indicadores que te ayudarán a saber si ya es tiempo de hacer un cambio son los siguientes:
1. Decoloración
Existe una variedad de colores en láminas de plástico y policarbonato que con el paso del tiempo, rayos del sol, lluvia y polvo se va desgastando el color original y se torna más opaco.
Lamentablemente no hay nada que hacer para evitar que esto suceda pero puedes retrasar este proceso lavando 2 o 3 veces al año con agua y jabón.
2. Humedad en el interior
Es causado por la mala instalación o por la antigüedad de la lámina, difícilmente se puede solucionar, por que el agua se evapora y va manchando el interior.
3. Astillamiento
Normalmente esto sucede cuando no se tiene en buen estado el producto o ya es viejo, también puede ser causado por la acumulación de polvo o suciedad.
Recomendamos se lavar tus láminas 2 o 3 veces al año o bien en época de lluvia enjuagar con abundante agua para evitar que el polvo se pegue.
4. Filtración de agua
El no realizar una correcta instalación con los accesorios indicados puede causar que el producto no se fije adecuadamente y permita la entrada de agua.
Cuando la lámina es vieja se vuelve inevitablemente se desgasta y que permite la entrada de agua.
5. Afloramiento de producto
Esto suele pasar cuando tu lámina tiene más de 20 años de uso, cuando veas que tu lámina desprende polvo o fibra quiere decir que te está arrojando el material con el que está hecho.
6. Transmisión de luz excesivo
Cuando tu producto deja pasar demasiada luz quiere decir que poco a poco se ha adelgazado y ha perdido sus propiedades, esto puede ser por causa de los rayos del sol, polvo y lluvia.
Recomendamos que al comprar un producto siempre preguntes por los accesorios para su correcta instalación y el tiempo de vida, no olvides que lavar de 2 a 3 veces al año los mantendrá en mejor estado.
